miércoles, julio 18

AGOSTO


Mañana quieta de agosto.
El sol despunta tranquilo.
Y el sonido del reloj inicia otra jornada.
Café y conversaciones.
Las más pequeñas duermen.
Un abrazo. Un beso y la promesa
Del pronto regreso.
Las horas suceden en silencio.
El televisor apagado retiene la noticia.
Y el llanto pone fin al sosiego.
Abrazo a nuestras hijas.
No puedo respirar. Me duele el cuerpo.
Veo rostros, voces que no callan.
La puerta se abre. La puerta se cierra.
Permanezco en silencio.
No regresaras

Y tengo miedo.

2 comentarios:

Soñadora dijo...

La vida muchas veces es injusta...se muestra tajante, sin darnos siquiera un segundo para tomar aliento.
besos

Anónimo dijo...

No hay azogue más bello que el brillo de una mirada reflejada en un verso.
No hay más lucero luminoso que unas palabras engarzadas a la asonancía de un verso.
No hay más sonidos que hagan sentir nostalgia que la rima de unos versos.
No hay más alma enamorada que la comparte su estado en versos....
Preciosos los poemas Monica, porque cuando la poesia toca la fibra del alma y te hace sentir lo ajeno es que Dios a bendecido la pluma del que los escribe.
Monica has conseguido con tus letras que seas "Mi vicio secreto".
Un abrazo.

jose.