Nuestro ser querido se ha ido. Y nos preguntamos que podemos hacer. Muchos nos diràn que debemos reconocer la pèrdida y aceptar el dolor, pero serà muy fàcil engañarnos a nosotros mismos y tratar de detener o dilatar ese proceso. Por ello, desde nuestro interior deberìamos aprender a trabajar sobre ese sufrimiento interminable y no tratar de disfrazarlo ´.
Es difìcil hablar con quienes nos rodean. Tal vez nos haga sentir mejor escribir un diario, un cuaderno cualquiera donde vayamos haciendo catarsis de nuestros sentimientos màs verdaderos. En algunos casos los grupos de apoyo, un sacerdote o religioso adecuado a nuestra fè. No tenemos que pasar por todo este proceso en soledad, aunque esa es la primera intenciòn. Puede ser que nos ayude durante un mìnimo de tiempo. Pero nuestro instinto de supervivencia necesita del otro.
Y para la familia, los amigos, es difìcil la situaciòn. Probablemente nos quieren ayudar pero no saben como. Yo recuerdo que no querìa ver sus fotos, no podìa…y era inevitable que me las trajeran para que las tenga en casa. Hay diferentes momentos, en algunos se habla de la persona fallecida durante las veinticuatro horas del dìa, se recuerdan detalles, momentos vividos, se siente mucha pena por las cosas que no se pudieron realizar o decir, y tambièn se sueña con realidades diferentes, menos cruentas para el alma. Y al dìa siguiente no queremos recordarlo, nos duele si hablan de èl y no sabemos como hacer para detener la màquina de los pensamientos. Por eso es beneficioso que nuestro entorno estè en conocimiento de lo que queremos, dìa a dìa. Es màs fàcil y màs llevadero para ellos. Decirles lo que necesitamos, aunque esa necesidad sea un abrazo silencioso .-
El dolor del alma se transmite al cuerpo fìsico. A las venas, los huesos, a cada lugar que, tarde o temprano, comienza a provocarnos incomodidades y diferentes enfermedades, las cuales casi tienen un mismo orìgen: el stress producido por el sufrimiento. Esa primera intenciòn que se tiene de permanecer quieto, en silencio, como si no quisieramos despertar a la realidad es la que nos hace olvidar de cuidar tambièn nuestro cuerpo. Que funcione bien, que no le falte vitaminas ni fuerza, por que en definitiva lo necesitamos para sobrevivir y seguir el camino de la vida.
Yo debo decir que no lo hice, no me cuidè. No hice callar cuando no deseaba escuchar. Y a veces hablè cuando en realidad no querìa hacerlo. Son actitudes que uno comienza a manejar a medida que transcurre el tiempo, no estamos preparados para la muerte y hasta no vivirlo ignoramos cuales seràn nuestras reacciones.
Aùn hoy, hago elecciones equivocadas, supongo que de eso se trata la vida.
Y supongo tembièn que lo que debemos tener en primer lugar es lo que realmente necesitamos para cuidar nuestras heridas, sanarlas con amor y seguir adelante con ellas acompañandonos para siempre.
Con amor.
3 comentarios:
Mi querida señora: a mi que tanto me cuesta expresarme siento que ud habla por mi, le agradezco su tiempo y su corazon para acercarnos en el dolor
le escribo desde Perù y le deseo que coseche en su vida esta siembra de amor qe hase desde sus cartas.
Entrar aqui es como encontrar la medicina que buscamos para el alma..y aunque ay momentos que es tan dificil seguir adelante, sigo buscando siempre con la esperanza de encontrar una salida..hoy me encuentro muy decaida por tanta decilucion pero gracias a tus lindos escritos he tomado fuerzas para seguir..Gracias por tan hermoso sitio y tu Gran corazon...DIOS TE BENDIGA SIEMPRE..
Gracias por lo que haz escrito, la vida es para adelante llenemonos de amor con nuestros recuerdos para fortalecer el amor que brindamos en el presente, a veces se siente como si te hubieran retumbado el sonido de un estallido y sigue ese ruidito entre silencioso y desesperante eso para mi ha sido la tristeza mas que lagrimas, es mi impotencia de que se quede a vivir conmigo pero el amor por la vida es ese que se estaciona que también siempre esta por eso llenemos de amor de nuevos motivos para continuar y para que ese amor saque a la tristeza porque no caben los dos de piso adelante con fe y amor un gran abrazo
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