domingo, marzo 13

PAULO COELHO- Cerrando cìrculos

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los por qué, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.

Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente…

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú… Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentamente, envenenarte y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas" por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones? , ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.
Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Por eso cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos dias tristeza! Digo Hoy. Buenos dias dolor! Dije Ayer. Buenos dias renacer! Dire Mañana.
Porque la vida, mi querida Moni es un delicioso mandala de Amor donde vivimos encontrandonos y despidiendonos en este continuo devenir.
Tenemos que hacer que lo que se escapa entre los dedos no sea un leve transcurrir, sino un dia que honre y llene de significado nuestra vida. Y la vida de las personas que pasaron por nosotros. Y las que rozamos a diario.
Para llenar de luz un cuarto hace falta sólo una mirada encendida.
Antes que eso, hay que soltar y dejar libre el equipaje que ya no necesitamos en la mochila.
Ya estamos mas livianos.
Ahora podemos emprender en viaje.
Y encender la LUZ!
Namaste!^^

Gabi Dakoff

C2ISLOV3 dijo...

Nada ni nadie nos es indispensable. Solo es costumbre, apego, necesidad.

Despréndete de lo que ya no está en tu vida y disfruta de lo que si tienes, el presente.

Anónimo dijo...

Hola. Quiero decir que yo tarde un año y medio en cerrar el círculo en desprenderme de la mujer que amaba era el amor de mi vida. Y mis hijos. Ahora vivo muy feliz por que aprendí amarme yo. Y ahora vivo el hoy, el aquí, Y el momento atte. J. T. S.

Anónimo dijo...

Yo dure como 10 años sufriendo por la perdida de mi hermano que murió a los 15 años, un día me case y creí estar bien, a los dos años de casada y con un hijo de siete meses volví a perder a mi hermano mayor por un infarto, volví a sufrir por años. pero un día me acerque a neruroticos anónimos por un año y hasta la fecha asisto a una iglesia cristiana y supere muchos problemas, ahora en estos momentos mi hermano mas chico tiene dos semanas de muerto y he tomado su muerte de otra forma, he llorado por el, estoy triste, pero ya no quiero suicidarme como antes. se que cada día estaré mejor, este hermano era como mi hijo. los tres hermano han muerto de manera trágica y repentina, ha sido difícil para toda la familia. pero creo que cuando tienes fe en Dios todo es mas fácil. tenemos que acercarnos a Dios para sobrevivir a todo. No porque seamos cristianos no nos sucederán cosas tristes, pero la vida la tomas de otra forma y aprecias mas lo que tienes en ese momento. en el caso mío, por mas que hago memoria en que momento trate mal a mi hermano creo que nunca, pregunto a mis hijos si ellos recuerdan un maltrato de mi parte con su tío y ellos dicen que nunca. también eso es importante debemos tratar muy bien y ser pacientes con las personas que amamos para que cuando no estén recordemos su sonrisa.

Anónimo dijo...

No es fácil desprenderte de alguien a quién amas, mi hermano murió hace un año y 6 meses y aun lo busco y no puedo resignarme a que lo perdi y para siempre.