- cuidarte física y mentalmente, darte tiempo…
- al principio no te fuerces a comer más de lo que te apetezca.
- trata de hacer ejercicio físico regular: pasear, correr, nadar, andar en bici… te ayudará a relajarte.
- ¡ojo! al café, te pone más nerviosa y te da más angustia; ¡cuidado con el alcohol!, puede llevarte a la depresión; controla el tabaco, se puede convertir en un problema serio; y utiliza los medicamentos razonablemente, si tienes dudas al respecto consulta con tu médico de familia.
- procura llevar una vida lo más equilibrada posible, donde tengas un tiempo para el reposo, el trabajo, y la reflexión o la oración si eres creyente.
- sé muy paciente contigo misma; recuerda que lo que te ocurre es normal en tu situación, aun cuando a menudo te encuentres desbordada y desorientada.
- intenta mantener el contacto con los que te quieren: familiares, amigos,... y si por tu dolor te habías apartado... vuelve poco a poco a relacionarte con ellos; es importante tener familiares y amigos con los que puedas hablar, te ayudarán.
- no te importe volver a contar lo que ocurrió, habla de cómo falleció…, de lo que sentiste, lo que hiciste…
- revisa los recuerdos de tu vida en común, los buenos… pero también los malos, te aliviará.
- ten presente que tu dolor es único, es tuyo, y por lo tanto no es comparable; no midas, pues, lo que progresas comparándote con otros, no sirve.
- permítete llorar, el llorar profundamente alivia de verdad, es un desahogo y una “salida” a tu dolor acumulado.
- cuando te venga la culpa, reflexiona… y repasa lo que hiciste, “hice esto, y lo otro, y lo de más allá…”, ¿de verdad piensas que podías haber hecho más de lo que hiciste…?
- el luto interior lleva su tiempo y las emociones van y vienen, y a veces -como decíamos antes- a golpes, ve a tu ritmo.
- quiérete y no seas muy crítica contigo misma, insistimos, tómate tu tiempo.
- busca sostén tanto dentro como fuera de la familia; tus familiares son seres humanos y tienen sus limitaciones, piensa que probablemente cada uno tenga lo suyo, para ellos era su hermano, su padre…
- a muchos se nos ha educado para ser independientes y nos cuesta pedir ayuda, pero todos la necesitamos; solicita ayuda y acepta la que se te ofrece.
- te aseguramos que llegará un momento en el que tu vida volverá a encarrilarse, pero también te decimos que nada será igual, hay un antes y un después, y por eso te recomendamos que busques nuevas maneras de hacer las mismas cosas que antes hacías y que hagas cosas diferentes, piensa que ahora siempre hay alguien que te puede ayudar desde el otro lado.
- permítete volver a vivir.
FUENTE:http://www.fisterra.com/Salud/
2 comentarios:
Hola M�NICA,por primera vez entro en tu blog,y,lo que he leido me ha calado muy hondo,hasta mis entra�as de mujer,que tuvo una larga vida de pareja,y qued� viuda ya con 7 nietos.pero el proceso de duelo,se mide con el coraz�n,y el sentimiento descripto es tan cierto como la muerte llegando y quit�ndote el ser tan amado.
Rindo honor a tu valor de viuda con 5 ni�as peque�as,y tu forma de encarar el resto de tu vida.Y me inclino con respeto al recuerdo de ese amor y a la forma en que le rindes culto.Volver� en otro momento a recorrer tu blog.SALUDOS,LITA.
Mónica, ya habia visitado otro de tus blogs. Carta a Claudio, Me llega intenso. Lo siento, Mónica. Tus trabajos en el blog son valor e inteligencia. En mi vida hay una pena, que recien me motivé a contar desde mi visión y compromiso de madre. Que sea ejemplo y aliento, de alguna manera, a madres con casos como el mío. Tener una hija incapcitada mental es tener luto. Pero yo, no "sé" deprimirme, ni enojarme, por suerte, para ella. Y aqui estoy haciendo la diferencia.
Abrazo.
Lourdes
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