Los niños a menudo se sienten culpables.
Un niño que sobrevive cuando miembros de su familia han muerto, puede a menudo sentirse culpable. Ésta es una creencia que podría resultarle sumamente destructiva y pervasiva. El grado de culpa que el niño pueda sentir, frecuentemente está asociado con el nivel en que desarrollan y mantienen unas presunciones equivocadas del suceso. Uno de los pricipios más importantes en este proceso es que los niños no saben cómo verbalizar o expresar su sentido de culpa del mismo modo que lo hace los adultos. El sentido de culpa, como lo expresan los niños, puede más bien observarse en conductas y emociones relacionadas al odio de si mismos y la auto-destrucción. Es muy posible que el niño no pueda poner en palabras que su sentido de culpa por haber sobrevivido esté íntimamente relacionado a su sentido de minusvalía, o sus conductas destructivas o de auto-maltrato.
Niños que sobreviven la muerte súbita de alguno de sus padres sufrirán un profundo sentido de culpa por el hecho de haber sobrevivido. Hubo algo malo en mi. Yo pude haber estado allí-- Yo debí haber estado allí. Estos pensamientos recurrirán en un sinnumero de formas; y la mayor parte de las veces el resultado de estos serán pensamintos de culpa. Si los cuidadores, terapistas y maestros de estos niños pueden minimizar estas ideas potencialmente destructivas y en aumento, se facilitará su recuperación.
1 comentario:
Hola Claudia, mi nombre es Adriana. Me padre murió cuando tenía once años y me ha impresionado tu blog. Espero que ahora estés mucho mejor, y que tus niños vayan creciendo bien, aunque con esa ausencia.
Hay algo que escribí, quizá te guste leerlo. Es sobre la muerte de mi padre, que para mí es un tema difícil. http://extranjeraenmicuerpo.blogspot.com/2007/09/carta-mi-padre.html (este blog es anónimo), me registro con mi nombre real.
Besos.
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